
Por: Dr. Pedro Sagástegui Urteaga
Nuestro país, mayoritariamente, es legalista y por ello su Derecho es mayoritariamente exegético en relación a la otra fuente básica del Derecho, como es la Doctrina.
Las principales editoras de la capital y provincias, priorizan al mercado casi exclusivamente de comentario de legislación, lo cual es tendencia casi unánime (*). La doctrina (teórica) en relación a los temas jurídicos, queda limitada a Revistas de Índole académica de las principales facultades de Derecho del país.
Sin embargo, la información electrónica y los esfuerzos de investigación jurídica en todos los temas viene abriéndose paso par involucrar a estudiosos e investigadores que se reconoce contar con un entramado básico.
Precisamente por ser el Derecho Comparado el camino «holístico» para servir de enlace a cualquier rama del Derecho, que une además a la teoría y a la praxis, es que gracias a la investigación jurídica servirá de base para mayores logros.
Mérriman, destacado comparatista americano (**) tuvo el acierto en difundir los «niveles» en el estudio y aplicación del Derecho Comparado: 1) nivel cultural; 2) nivel profesional, y; 3) nivel científico. El primer nivel es propio de nuestro país, al servir sólo con fines académicos a la comparación jurídica en tesis, ponencias artículos y ensayos jurídicos macro y micro comparativamente. El segundo nivel (profesional) está a cargo de quienes cuentan con un bagaje amplio en las distintas ramas jurídicas, clásicas y no clásicas; abogados comparatistas transnacionales que estimulan la formación de sus profesionales desde las universidades americanas, europeas y asiáticas. El Tercer nivel (científico) es propiamente anhelado por un Instituto de Investigación Jurídica que cuente con su armazón, personal, soportes, y permanencia, en bien del Estado y la Sociedad.
Creemos que la clave hoy es «pensar globalizadamente», pero para actuar local ó nacionalmente.
A modo de Conclusión, diremos: 1) No es posible en la actualidad para contar con un nivel de preparación jurídica no pensar jurídicamente globalizadamente; esto es, conforme a estándares de cultura jurídica universal; 2) El Derecho Comparado permite con su metodología, macro y micro comparativamente, llegar a niveles globalizados; 3) Sin embargo, dado que el Derecho es local y todas las sociedades son etnocentristas, la actuación de todo jurista es en su ámbito local o territorial, enriqueciendo a su país indudablemente; 4) Los modelos que autores como Ugo Mattei y John Mérriman, orientan a todo aquel que eleva sus conocimientos y aplicaciones; 5) Si bien predomina en el Perú, la exégesis y los comentarios a los textos legales, hay Institutos como la Casación, las maestrías y doctorados que ayudarán a elevar el nivel jurídico del país, y; 6) La Investigación jurídica propiamente constituirá el principal soporte para los propósitos que enunciamos en el membrete de este artículo, pero contando con «entramados» que sirvan ahora y en el futuro.
- Tomado de la Revista Online del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad San Martín de Porres.
(*) Gaceta Jurídica, Editora, Editora de el Peruano, y otras.
(**) John Mérriman, trabajó a tiempo completo en la Universidad de Stamford y como Profesor visitante en la Universidad autónoma de México.
Las principales editoras de la capital y provincias, priorizan al mercado casi exclusivamente de comentario de legislación, lo cual es tendencia casi unánime (*). La doctrina (teórica) en relación a los temas jurídicos, queda limitada a Revistas de Índole académica de las principales facultades de Derecho del país.
Sin embargo, la información electrónica y los esfuerzos de investigación jurídica en todos los temas viene abriéndose paso par involucrar a estudiosos e investigadores que se reconoce contar con un entramado básico.
Precisamente por ser el Derecho Comparado el camino «holístico» para servir de enlace a cualquier rama del Derecho, que une además a la teoría y a la praxis, es que gracias a la investigación jurídica servirá de base para mayores logros.
Mérriman, destacado comparatista americano (**) tuvo el acierto en difundir los «niveles» en el estudio y aplicación del Derecho Comparado: 1) nivel cultural; 2) nivel profesional, y; 3) nivel científico. El primer nivel es propio de nuestro país, al servir sólo con fines académicos a la comparación jurídica en tesis, ponencias artículos y ensayos jurídicos macro y micro comparativamente. El segundo nivel (profesional) está a cargo de quienes cuentan con un bagaje amplio en las distintas ramas jurídicas, clásicas y no clásicas; abogados comparatistas transnacionales que estimulan la formación de sus profesionales desde las universidades americanas, europeas y asiáticas. El Tercer nivel (científico) es propiamente anhelado por un Instituto de Investigación Jurídica que cuente con su armazón, personal, soportes, y permanencia, en bien del Estado y la Sociedad.
Creemos que la clave hoy es «pensar globalizadamente», pero para actuar local ó nacionalmente.
A modo de Conclusión, diremos: 1) No es posible en la actualidad para contar con un nivel de preparación jurídica no pensar jurídicamente globalizadamente; esto es, conforme a estándares de cultura jurídica universal; 2) El Derecho Comparado permite con su metodología, macro y micro comparativamente, llegar a niveles globalizados; 3) Sin embargo, dado que el Derecho es local y todas las sociedades son etnocentristas, la actuación de todo jurista es en su ámbito local o territorial, enriqueciendo a su país indudablemente; 4) Los modelos que autores como Ugo Mattei y John Mérriman, orientan a todo aquel que eleva sus conocimientos y aplicaciones; 5) Si bien predomina en el Perú, la exégesis y los comentarios a los textos legales, hay Institutos como la Casación, las maestrías y doctorados que ayudarán a elevar el nivel jurídico del país, y; 6) La Investigación jurídica propiamente constituirá el principal soporte para los propósitos que enunciamos en el membrete de este artículo, pero contando con «entramados» que sirvan ahora y en el futuro.
- Tomado de la Revista Online del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad San Martín de Porres.
(*) Gaceta Jurídica, Editora, Editora de el Peruano, y otras.
(**) John Mérriman, trabajó a tiempo completo en la Universidad de Stamford y como Profesor visitante en la Universidad autónoma de México.